EUROPA
PRESS
2 enero
2022
La
dieta keto podría ser menos efectiva en las mujeres:
¿cuál es la razón?
Científicas de la Universidad de
California en Riverside (Estados Unidos) están estudiando cómo funcionan a
nivel molecular las populares dietas cetogénica, o keto, y de ayuno intermitente, y si ambos sexos se
benefician de ellas por igual.
La idea que subyace a la dieta keto
(o ceto) es que unos niveles bajos de hidratos de carbono y unos niveles muy
altos de grasas y proteínas obligan al cuerpo a utilizar la grasa como
combustible, lo que se traduce en una pérdida de peso.
El ayuno intermitente funciona según un principio similar,
restringiendo la alimentación a un pequeño espacio de tiempo durante el día.
Durante las horas sin comida, el cuerpo agota sus reservas de azúcar y pasa a
quemar grasa. La grasa se convierte en cuerpos cetónicos que el cerebro puede
utilizar como combustible.
A pesar de su popularidad, los científicos aún no han
identificado los genes o proteínas que permiten que estas dietas funcionen, si
es que lo hacen.
"El cambio metabólico entre el azúcar y la grasa es
increíble que aún no lo entendamos. Pero si lo hacemos, podremos decir si la ceto es adecuada para usted", detalla la doctora Sarah
Radi.
A través de una subvención de casi dos millones de euros de
los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos permitirá a Radi y a la profesora de biología celular Frances Sladek investigar ese cambio. Creen que ya tienen una idea
de cómo podría funcionar.
La clave es probablemente una proteína llamada HNF4 que se
encuentra en altos niveles en el hígado. Se trata de un factor de
transcripción, que convierte el ADN en ARN, que luego se convierte en nuevas
proteínas, y se presenta en dos formas, P1 o P2.
El equipo investigó originalmente la P2 como proteína pro-cáncer. No encontraron una relación con el cáncer, pero
sí observaron que los ratones con altos niveles de P2 en sus hígados también
tenían diferentes genes para el metabolismo.
También se dieron cuenta de que la P2 aparece en mayor
cantidad a última hora del día, lo que podría explicar por qué los ratones no
ganaban tanto peso si se restringía la hora de comer, incluso si los ratones
comían demasiado.
Radi sospecha que una enzima que
detecta la energía podría causar el cambio entre P1 y P2, lo que podría
permitir el proceso de quemar grasa para obtener energía. "Eso es lo que
intentamos demostrar", explica.
En este estudio se prestará especial atención a la forma en
que los ratones macho y hembras responden a las dietas ceto
y de ayuno intermitente. Algunas investigaciones sugieren que hay diferencias.
"La dieta keto no parece
funcionar tan bien para las mujeres, porque metabolizamos la grasa de manera
diferente y tenemos diferentes genes que se activan y desactivan en respuesta
al ayuno. Pero realmente no sabemos por qué es así ni cómo sucede; eso es lo
que esperamos aprender", apunta Sladek.
Independientemente de que la dieta sea eficaz para cualquier
sexo, los investigadores advierten de que no hay que llevar ninguna dieta al
extremo. No está claro si toda la grasa se metaboliza en una dieta cetogénica o de ayuno, o si mucha de ella simplemente se
acumula en el cuerpo.
Las dietas japonesas estándar contienen un 20 por ciento de
grasa, las americanas un 35 por ciento de media y las keto
pueden contener hasta un 70 u 80 por ciento, lo que probablemente sea una
cantidad insostenible.
"Si comes mucha grasa, a la larga te hará engordar. Si
comes demasiado de cualquier cosa, te hará engordar, incluidas las zanahorias.
En última instancia, lo más importante es la cantidad que comes, lo que comes y
la hora del día en que comes", afirma Sladek.